Dejó de ser el técnico

Ricardo Rodríguez dejó de ser el entrenador de Talleres esta tarde, luego de resolver de común acuerdo con la dirigencia, su salida del club de Escalada. Con siete derrotas, seis de ellas de manera consecutivas, y dos victorias nada, sobre nueve partidos dirigidos, y ante la profunda crisis que atraviesa el equipo que se hunde la zona roja de los promedios, los dirigentes Albirrojos  resolvieron la salida del técnico, a sabiendas que no hay más margen para errores y ahora buscarán un entrenador que pueda sacarlo del fondo de la tabla. Es el segundo entrenador que se devora este Talleres en la temporada. 

Ricardo Rodríguez vs Almirante Brown 16 2016-17

Archivo. Ricardo Rodríguez se va, sabiendo que el equipo nunca rindió a la altura de lo que esperaba.


Un final anunciado, aunque igual de doloroso. El momento que atraviesa Talleres en la temporada 2016/17, y su profunda crisis futbolística, en el que se contextualizan las últimas seis derrotas consecutivas, empujaron a los dirigentes a tomar una decisión tan obvia y previsible. La salida de Ricardo Rodríguez, la marcó la urgencia misma con las que se necesitan conseguir resultados favorables de inmediato para no comprometer aún más la permanencia en la categoría.

El breve ciclo de Ricardo Rodríguez como DT de Talleres llegó a su fin en la tarde del Lunes, cuando luego de una conversación entre el entrenador y los dirigentes, se resolvió la salida del cuerpo técnico, para descomprimir la situación y buscar vientos de cambios.

Según aseguraron a Frecuencia Albirroja fuentes dirigenciales, “después de conversar, Ricardo Rodríguez comprendió lo que estábamos planteando. Hay que destacar que mostró buena predisposición para asumir su desvinculación”.

Evidentemente, por algunas razones que en la intimidad del plantel se sabrán evaluar y analizar, Ricardo Rodríguez está vez, no encajó en este ciclo, que la mayoría de los jugadores de Talleres vienen protagonizando desde Enero de 2015. Los dirigentes, habían pensado en Rodríguez, tras la segunda renuncia anunciada por Cristian Aldirico, como una continuidad filosófica de la línea de juego que le había impregnado aquel entrenador a este plantel. Pero evidentemente, con métodos de trabajo distintos, y con un algunas decisiones que tampoco sirvieron para rectificar el rumbo de equipo, Talleres se siguió sumergiendo en el tobogán del derrotero, sin poder atenuar el impacto, en la tabla de los promedios del descenso.

Está claro que la crisis futbolística, no comenzó con Ricardo Rodríguez sentado en el banco. Este Talleres, arrastra desde el inicio del torneo, un bajón muy pronunciado desde lo individual y lo colectivo. Ese mismo nivel pobre que mostró el equipo en el comienzo del torneo, también fue determinante para que se produzca la renuncia de Cristian Aldirico (desgastado en su relación con algunos dirigentes), quien puso fin así a una “Era” de veintidós meses.

Y en este marco, el (nuevo) hoy ex entrenador, Ricardo Rodríguez, no pudo llegar con su mensaje al plantel; ni corregir el rumbo y los defectos evidentes de conceptos, que arrastra este conjunto. Perdió once veces, y suma veintisiete goles en contra. En este sentido, Talleres ha sido a lo largo de la temporada (con un técnico u otro), un equipo sumamente  liviano; endeble en los defensivo, y demasiado previsible en el cada uno de sus movimientos; y sin factor sorpresa para aplicar y castigar al rival, se transformó en un elenco con buenas intenciones, pero muy simple de desarticular para los aburguesados equipos de la Primera B Metropolitana.

Tras las once derrotas sufridas en la temporada, el promedio del descenso acecha, y este será el principal factor a atender por el nuevo entrenador, para no perder la categoría.