La obsesión por controlar todo, incluida la información, llevó al cuerpo técnico de Talleres a prohibirles a los jugadores que hablen con Frecuencia Albirroja. Por suerte las tijeras del nuevo Tato no nos cortaron la lengua ni los dedos.
El Censor. El film que presenta a Tato, uno de los personajes más funestos de la historia política argentina.
“Disculpame, pero no puedo hablar”. Con esa caballerosidad, uno de los mejores jugadores del equipo, se justificó al salir del vestuario de Sacachispas, ante la presencia del Handy de FA, una vez consumado el empate. Era la muestra más concreta, de la novedad que nos habíamos enterado en la previa de la derrota ante JJ Urquiza: el cuerpo técnico de Talleres, les prohibió a los jugadores dar notas a este medio.
No nos toma de sorpresa la medida, porque estaba dentro de lo esperable, por lo acontecido en los últimos meses. Como no nos extrañaría que en breve, se disponga que los periodistas no puedan ingresar al campo de juego “por orden del árbitro”, o que las prácticas sean a puertas cerradas, o que ocurra algún tipo de agresión verbal o física, similar al codazo “involuntario”, que un miembro del cuerpo técnico, le propinó a Ariel Finamore en la previa, en Soldati. Casualmente, el mismo personaje que le gritó que era un “irrespetuoso”, el Domingo pasado mientras el “Pelado”, hacía notas en el campo de juego.
Quizás piense el lector que con nuestras criticas, nos lo buscamos. Pero está claro, no son las críticas lo que le molesta al "constructor" -de profesión y de poder-, sino la imposibilidad de controlar la información y por ende, a estos periodistas. Y parecerá cuasi ridículo para el lector, pero lo que más le molesta al responsable táctico, es que se publiquen noticias del equipo durante la semana; y sobre todo, que se de a conocer la formación correcta de cada partido. La necesidad del control total es evidente, desde el primer momento, tanto en cuestiones deportivas -el armado del plantel es un ejemplo- como en temas dirigenciales; “me gustaría ser el mánager”, le declaró hace un tiempo ya el DT al Presidente, mientras discutían el desfasaje entre sueldos/rendimientos de algunos jugadores.
Se habrá dado cuenta el lector, que desde hace un tiempo prolongado, no publicamos entrevistas. Fue una decisión que tomamos, para proteger a los entrevistados. Diariamente, hablamos con jugadores, dirigentes y miembros del cuerpo técnico, para conocer el día a día del Club. Pero evitamos poner los testimonios en primera persona, porque sabemos de la pseudocaza que hay sobre quien habla con FA.
Primero, la sospecha cayó sobre algunos dirigentes. Después, el “buchón” pasó a ser algún jugador juvenil, por lo que durante dos semanas, dos veces a la semana, seis o siete chicos fueron cesanteados sistemáticamente de su trabajo –sin permiso de la patronal- para comprobar de dónde “salía” la data. “Mañana tienen libre”, eran las escuetas palabras del ayudante, sin mediar explicación. Claro, “mañana” era el día que se hacían las pruebas tácticas y futbolísticas. Pero “mañana”, también sabíamos la información y los chicos dejaron de ser los sospechosos. Entonces, llegó el primer pedido extenso: “En la semana, si los periodistas no vienen a la práctica, no hablen con ellos porque publican cosas, y los rivales se enteran de los trabajos que hacemos”, fue la solicitud amable y algo engañosa.
Pero la información correcta siguió apareciendo, y en la previa del partido con J. J. Urquiza la indicación ya fue mas tajante: “Está prohibido hablar con FA”. Expuestos a una situación incómoda, algunos jugadores por el respeto recibido y percibido, hablaron. Pero en Soldati, ya fue distinto. En la previa, Hernández dijo no; Bordón habló hasta que lo dejaron; y consumado el empate, un jugador pidió disculpas, mientras el resto del plantel salía en silencio y casi sin mirar.
¡Tanta persecuta y no se da cuenta que algunas veces la evidencia está frente a los ojos o su lado! ¿Y si el “informante” es alguien muy cercano a su grupo de trabajo?
Seguramente piensan desde el cuerpo técnico que brindamos la información correcta porque tenemos el capricho de molestarlos, pero deben saber que desde el primer día, asumimos un compromiso con los hinchas. Y lo mantenemos. Poco nos importa, si el DT rival sabe si el equipo juega con tres o cuatro en el fondo. Nos motiva que lo sepa el hincha, que lee o escucha Frecuencia Albirroja porque confía en lo que se escribe, aunque no comparta las ideas o las modalidades del decir.
Además, resulta estúpido pensar que el DT de Sacachispas paró un equipo en cancha, porque el Miércoles a las 00.02 (hora de publicación de la previa) leyó que jugaban Ferreira, Stansiola y Hernández. Como resulta estúpido pensar que el DT de Talleres, no sabía como iba a jugar Sacachispas porque los colegas de Pasión Lila, no habían publicado oportunamente el equipo.
No cabe duda, que los únicos perjudicados de esta prohibición de hablar son los hinchas; y vayan para ustedes nuestras disculpas porque desde ahora, no les podremos ofrecer el producto con su habitual calidad -lo valoren de calidad o no-. Son ustedes los que ya no pueden escuchar al entrenador -no habla por decisión propia- explicar planteos, cambios o incorporaciones; y son ustedes los que ahora, no podrán escuchar a los protagonistas, por decisión ajena.
De todos modos, sabemos porque nos lo hacen llegar con mensajes y comentarios, que no necesitan las voces del DT ni de los jugadores, ni los comentarios de estos cronistas, para analizar y opinar sobre el rendimiento del equipo, por más que algunos los subestimen y consideren que no tienen formación propia, o que son una tabula rasa que solo incorpora y repite lo que nosotros decimos, porque “Frecuencia Albirroja es a Talleres como Clarín al país” (http://www.frecuenciaalbirroja.com/actualidad/entrevistas/asi-son-las-cosas-segun-ruggero.html).