¿El Jefe está marcado?

Alejandro Orfila fue injustamente expulsado ante Sportivo Italiano, y sumó su cuarta tarjeta roja en lo que a del campeonato. Pero los rumores, de fuentes confiables, indican que habría algún tipo de animosidad para con el capitán de Talleres, quien fuera un hombre clave para la profesionalización de la Primera C. ¿Le estarán pasando factura al referente del equipo que conduce Rodrigo Bilbao?

Orfila expulsado

Gentileza Mono Gómez. La impotencia del uruguayo, injustamente expulsado.


“Te condicionan el laburo”. Esto vociferaba Alejandro Orfila luego de haber sido injustamente expulsado a los 30 minutos del primer tiempo por el árbitro Américo Monsalvo, en lo que fue la derrota de Talleres 0 – 2 ante Sportivo Italiano.

Fue la cuarta expulsión para el uruguayo en lo que va del campeonato, de las cuales dos fueron claramente erróneas; y una de ellas fue, cuanto menos, dudosa. Pero repasemos rivales, estadios y árbitros:

La primera tarjeta roja dejó poco para reprocharle al juez Lucas Comesaña. Fue por la segunda fecha del torneo y en la Dársena de Avellaneda, en la derrota del Albirrojo frente a Dock Sud por la mínima diferencia, 0 - 1. En esa ocasión, el capitán de Talleres le cometió una dura infracción a José Nápoli, unos minutos después de que el “Docke” se pusiera en ventaja, casi en el amanecer del partido.

La segunda se produjo en Ensenada, cuando por la octava fecha Talleres visitaba a Cambaceres y caía por 1 – 0. Esta vez fue Leandro Rey Hilfer el verdugo, expulsando al charrúa a los 70 minutos sacándole dos tarjetas amarillas de las cuáles alguna se podrían haber evitado.

Pero lo escandaloso comienza después, porque Cristian Benítez, quién había sido amenazado por hinchas del C.A.D.U. y actuó vergonzosamente durante todo el choque entre Talleres y el equipo de Zárate por la fecha 16, expulsa a Orfila a los 52 minutos en una jugada insólita en la cual el volante Albirrojo cae, víctima de una infracción que Benítez no sancionó, y toca involuntariamente el balón con la mano. Suficiente para que el árbitro decidiera sacarle la segunda tarjeta amarilla y lo mande a las duchas. Los dirigidos por Bilbao cayeron 1 – 0.

La cuarta y más reciente sucedió en Ciudad Evita, en la derrota ante Italiano por  0 - 2, y fue Américo Monsalvo quien la ejecutó, comprando la actuación teatral de Juan Heredia quien, cuando Alejandro Orfila se arrojó a disputar el balón, gritó y se desplomó ante un contacto físico leve o inexistente.

Cuatro expulsiones, todas fuera de casa, con diferentes verdugos, y con resultados finales adversos para Talleres.

Lo curioso pasa por un llamado que Frecuencia Albirroja recibió luego de la última tarjeta roja, proveniente de fuentes dirigenciales, asegurando que en diálogo con un dirigente de Sportivo Italiano, uno de los asistentes del encuentro (Ariel Boquín o Néstor Olivera), habría confesado que el capitán Albirrojo estaba “marcado” por ser una pieza clave para la profesionalización de la Primera C y que por lo tanto, las chances de irse expulsado en la mayoría de los partidos eran realmente mayoritarias.

Esto abre un interrogante. ¿Habrá alguien en la casa mayor del Fútbol Argentino que se molestó por el papel del uruguayo a favor de esta medida? ¿Serán los árbitros, con sus tarjetas rojas, los instrumentos utilizados para pasarle factura? Habrá que prestar especial atención al trato que recibe el volante central por parte de las autoridades arbitrales que muchas veces, hacen gala de un protagonismo que no deberían tener.