Tres goles para vencer al Tambero

Talleres derrotó 3 – 0 a Cañuelas, en su estadio Pablo Comelli, con tantos de Juan Miritello, Alejandro Noriega e Iván Becker, todo ellos convertidos en el segundo tiempo, para un buen triunfo. Después de un primer tiempo con muy escasas aproximaciones al arco, en el que la visita ofreció algo más de tenencia del balón, Talleres encontró en el inicio del complemento, la bendición de un penal que le cometió Ezequiel Bartolomeo a Juan Miritello, y allí se abrió el partido. Alejandro Noriega estrelló ese penal en el travesaño, pero Juan Miritello convirtió en el rebote de cabeza. Después de aquel tanto, el equipo de Rodolfo Della Picca mostró más actitud y viveza en el juego, y superó a un rival que se quedó sin variantes en su libreto. Alejandro Noriega e Iván Becker, aumentaron la cuenta con goles claves, para no lamentarse otra vez en los últimos veinticinco minutos, y coronar el segundo triunfo del Apertura. Talleres, cuando consumió su primer cuarto del torneo, se sumó al pelotón de los que tienen siete unidades en la tabla, a cuatro del líder, Flandria.

vs Cañuelas 5º 2021 55

Foto Ariel Cappelletti - Prensa Talleres. Juan Miritello,  acaba de marcar el primer tanto.


Consiguió un triunfo que era básico, en los papeles, para no bajarse prematuramente del grupo de aquellos que quieren ser protagonista en el Torneo. La caída ante Flandria, en la 4º fecha, caló hondo en el ánimo de los hinchas Albirrojos, porque además dejó una imagen pobre. Y aunque en el pensamiento colectivo, la victoria era el único resultado admisible, Talleres debía hacer tangible esa pretensión, aprovechado su condición como local, levar el nivel y sumar tres puntos que lo acerquen al Canario, que lidera la tabla.

El primer tiempo del partido entre Talleres y Cañuelas, en el estadio Pablo Comelli, fue demasiado discreto. Aburridísimo. Muy poco fútbol se vio. La falta de vértigo en las acciones y los movimientos tácticos para acomodarse en función del rival, fueron una constante, en el ritmo con el que se jugó la primera parte. Faltó dinámica y anemia en la creación de situaciones nítidas.

Talleres, sabía que Cañuelas venía a jugar con su manual, tratando de asociar la pelota por abajo, desde el mismísimo saque de arco. Y  tenía planificado no dejarlo construir de mitad de cancha hacia adelante, para evitar que lo compliquen sus tres delanteros. Los atacantes del Tallarín, presionaron al rival en la salida, aunque no sirvió para generar alguna situación de gol.

De esa primera etapa, solo se pudo rescatar el disparo en forma de centro, a los diecinueve minutos, que Luis Monge proyectó hacia el arco de Tomás Lingua Bender, que se fue cerrando de tal modo, que la pelota rozó el palo derecho del arquero y por muy poco no fue gol.

Si se trata de contabilizar alguna situación de riesgo más, a los cuarenta minutos, Dylan Vergara envió un centro desde la izquierda, que Alejandro Noriega cabeceó muy exigido, y no llegó a darle potencia. La pelota, terminó en las manos del portero.

El primer tiempo, dejó la imagen de un Cañuelas más ambicioso, en el manejo de la pelota, pero carente de profundidad. El Tallarín, resignó el manejo del balón, y su imagen volvió a ser muy pálida.

Indudablemente, en el complemento, todo fue de Talleres. Pero hubo una acción que resultó clave, para que todo empiece a resolverse en favor de los de Escalada.

Talleres buscó presionar decididamente en la salida al Tambero, que abusaba del toqueteo de la pelota, y dejaba muchas dudas en cada pase corto.

A los seis minutos, cuando Fernando Enrique pisó el área rival, y mandó un centro hacia la altura del área chica, el marcador centra Ezequiel Bartolomeo quiso despejar, y ante el hostigamiento de Juan Miritello, resbaló y le cometió una burda e infantil falta, que el árbitro Juan Pafundi, sancionó con un penal. La ejecución del mismo, estuvo a cargo de Alejandro Noriega. Pero el disparo, con mucha potencia, pegó en el travesaño; picó luego sobre la línea y salió impulsada hacia arriba. Cuando le pelota empezó a caer, Juan Miritello con olfato goleador, metió un cabezazo con precisión quirúrgica, para celebrar el 1 – 0. Esa jugada, fue determinante, porque abrió completamente el panorama para el triunfo de Talleres.

Los dirigidos por Rodolfo Della Picca, mostraron más actitud y vehemencia, a la hora de disputar la pelota y lograron imponerse en el juego, a partir de ese ímpetu. Los conducidos por Martín Perelman, sintieron demasiado el impacto de gol, y no pudieron volver a edificar pequeños circuitos de juego. El rival, no tuvo respuestas tras el gol del Tallarín.

A los veintisiete minutos, en un tramo del partido que empezaba a ser clave y desafiante para Talleres, que perdió demasiados puntos en ese último segmento en la Era Della Picca, llegó el segundo gol. El grito que trajo algo más de tranquilidad y confianza. El recientemente ingresado Matías Sosa, le ganó la pulseada a Carlos Aguirre y proyectó un centro perfecto desde la izquierda. En el área, estaba el experto cabeceador, Alejandro Noriega, que solo se acomodó en el área chica, para sentenciar con su testa y anotar el segundo. Talleres ganaba 2 – 0, y era justo.

Esta vez, Talleres pareció haber aprendido de las experiencias traumáticas pasadas. Y no se conformó con lo que tenía. Pese a haberse replegado algunos metros, para desactivar cualquier intento de dominio territorial que pusiese lograr el Tambero, asociando la pelota, los de Escalada supieron aguantar el resultado y espantar fantasmas.

Con firmeza en el fondo, e ideas claras para cerrar el partido, logró definir el resultado, a cuatro minutos del cierre del tiempo reglamentario.

A los treinta y nueve, Iván Becker recibió la pelota en campo defensivo, tras un pase de Matías Sosa. Saliendo como doble mediocampista central, se mandó hacia adelante. Recorrió con la pelota en los pies, más de cincuenta metros. Y ante el acompañamiento en el retroceso de los defensores de Cañuelas, y la falta de algún futbolista que saliese a cortarlo, llegó con el balón dominado, hasta la medialuna del área. Desde allí, se perfiló y definió magníficamente abajo, contra el palo derecho del arquero Tomás Lingua Bender, para alcanzar la goleada. ¡Golazo de Iván Becker! El duelo ahora, estaba 3 – 0 y completamente definido.

El pitazo final de Juan Pafundi -con quien Talleres arrastra una nefasta estadística-, trajo aire de alivio para el conjunto local. El triunfo fue justo. Si bien era un requerimiento básico, ganarle por historia y otros condicionantes, a un rival recientemente ascendido, no deja de ser una victoria frente a un oponente que vino al Pablo Comelli, con intenciones de ser protagonista con el manejo de la pelota. Evidentemente, la cara del complemento, es la que más se valora en Remedios de Escalada. Aunque también tendrá que trabajar desde lo estratégico, para buscar generar situaciones de gol en etapas como la inicial, aprovechando la capacidad goleadora de sus dos delanteros que tienen aptitud, para generar peligro y convertir los tantos que necesita un equipo con ambición de pelear en lo más alto.


SISTESIS:

TALLERES 3

Ezequiel Cacace; Luis Monge, Cristian Godoy, Nicolás Sainz y Patricio Romero; Fernando Enrique (83’ Ignacio Ruano), Gonzalo Cozzoni, Iván Becker y Dylan Vergara (70’ Matías Sosa); Alejandro Noriega y Juan Miritello (86’ Martín Giménez).

Suplentes: Lucas Zeiden, Luciano Vargas, Gabriel Arce y Fabián Monserrat.

DT: Rodolfo Della Picca.

CAÑUELAS 0

Tomás Lingua Bender; Lautaro Olivera (64’ Carlos Aguirre), David Sueldo, Ezequiel Bartolomeo y Lautaro Suárez Costa; Mauro Frattini, Daniel Ibáñez (76’ Blas Tapparello)  y Gonzalo Rodríguez (64’ Tomás Álvarez); Dany Edjo'o, Diego Aguirre y Luciano Cariaga.

Suplentes: Fernando Vijande; Iván Fassione, Hugo Paniagua y Alex Morales.

DT: Martín Peralman.

Goles: 52' Juan Miritello, 72' Alejandro Noriega y 84' Iván Becker (T).

Amonestados: Patricio Romero e Iván Becker (T); Mauro Frattini y Dany Edjo'o (C).

Estadio: Talleres (Regular).

Árbitro: Juan Pafundi (Bien).

Asistentes: Natalio Pabon y Diego Romero.

Cuarto Árbitro: Wenceslao Meneses.

Recaudación: A puertas cerradas.

Público: 100 personas aproximadamente.