Estuvo cuando Talleres lo necesitó

La muerte de Julio Grondona marcó el cierre de un ciclo de treinta y cinco años en el fútbol argentino. Su desaparición física abrió el margen para los elogios y las fuertes críticas sobre su gestión, aunque en el planto vinculado a Talleres, nunca se podrá dejar de reconocer a Grondona, como un dirigente que se puso al servicio de la institución, para colaborar en el proceso de levantamiento de quiebra y fue vital en la conquista de ese logro que alcanzó la institución de Remedios de Escalada.

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Archivo. Julio Grondona estuvo al frente de AFA  durante 35 años.


Julio Humberto Grondona ha fallecido a los 82 años, en el mediodía de este 30 de Julio de 2014, y con su partida se ha cerrado un ciclo emblemático de la historia del fútbol argentino. Seguramente, el más importante de la misma.

Mucho se puede desmenuzar de su gestión. Se abre el franco para los elogios y las críticas a un hombre que condujo el órgano máximo del fútbol argentino, durante treinta y cinco años consecutivos. Sin embargo, ingresar en ese terreno no es el espíritu de este artículo.

Indudablemente, usted como lector de Frecuencia Albirroja, tendrá una centena de comentarios, puntos de vista y actos realizados, en los que no estará de acuerdo con el manejo de Julio Grondona sobre un abanico extenso de temas, entre los que se podría incluir el manejo de las finanzas de los Clubes que compiten en esta Asociación.

No obstantes, desde el punto de vista institucional, en una etapa de treinta y cinco años, en la que el Tallarín futbolísticamente supo conseguir tres ascensos y padecer cuatro descensos (uno por restructuración), el Club Atlético Talleres no podrá dejar de reconocerle a Julio Humberto Grondona su vital acompañamiento en el camino recorrido, para levantar la quiebra en lo civil y comercial, que padeció la entidad durante nueve años y casi dos meses.

Julio Grondona siempre mostró predisposición para que Talleres pudiera solucionar sus inconvenientes económicos primero; y luego legales. Y desde su lugar, dio pie a todo compás de espera que debiese trazarse, para que el Tallarín siga compitiendo en los campeonatos de AFA, más allá de sus asuntos jurídicos complejos.

Grondona, con su don de dirigente (que lo llevó a comandar uno de los organismos más preciados en al argentina), supo ocuparse de algunas gestiones claves, en tiempos donde la política le dio la espalda absolutamente al Club de Escalada, para que los dirigentes de la entonces Comisión de Apoyo de Talleres, pudiesen desarrollar tareas concretas para encaminar el levantamiento de la quiebra.

Por aquellos años, abrió las puertas ante el directorio del Banco Provincia de Buenos Aires, Administración de Ingresos Federales y Futbolistas Argentinos Agremiados, para negociar el pago de las deudas que el Club mantenía con estos organismos. Y hasta en los momentos más determinantes, como aquel del pago de la deuda con el Banco de la Provincia de Buenos Aires, Julio Humberto Grondona autorizó en el año 2006, el adelanto de dinero, ajustado a la cuenta corriente, para que Talleres abone sin más espera en un solo pago $ 330.000 (trescientos treinta mil pesos) a esa entidad, que reclamaba lo suyo.

Don Julio Grondona además, en otro hecho muy significativo para la historia del Club, respaldo como garante el documento final de levantamiento de la quiebra, junto al Intendente Darío Díaz Pérez, para que Talleres pudiera cerrar un largo e impiadoso proceso de quiebra. En el mediodía del Lunes 29 de Diciembre de 2008, solo unos pocos privilegiados pudimos ser testigos de la presencia en Tribunales del entonces Tesorero de AFA, Carlos Portell, quien se acercó hasta el Juzgado en lo Civil y Comercial N° 13 de Lomas de Zamora, para poner su firma en representación de la Casa Mayor del Fútbol, como garante de la resolución que se estaba dictando en favor de la Asociación Civil Club Atlético Talleres.

Tampoco en el mundo Tallarín, y más allá del enojo por cualquier resultado adverso o decisiones tomadas que afectaran al fútbol de ascenso, se podrá dejar de reconocerle a Julio Grondona, que alguna vez entabló conversaciones –que no prosperaron-, para que Talleres pudiese recibir dinero por publicidad, del mayor concesionario de bingos de la Provincia de Buenos Aires.

Del mismo modo, Grondona también se cargó personalmente alguna reunión con el entonces Intendente de Lanús Manuel Quindimil (ya desaparecido), para intentar lograr torcer la historia, en la relación entre la política y la ayuda brindada al Club de Escalada, que hasta allí había sido magra. Aunque claramente y evidentemente en aquellos años, la respuesta política no apareció tampoco en la dimensión que Talleres necesitaba, y acorde con lo que otras entidades recibieron por esos años sufridos para el Tallarín.

El último pedido fuerte que el Club Tallares efectuó a través de sus dirigentes, a la Casa Mayor del Fútbol, que administraba como propia Grondona, tuvo que ver con la intensión de poder avanzar con la colocación del soñado sistema lumínico, en el Templo de Escalada. Y allí estuvo otra vez, la voluntad de Julio Grondona para que la AFA pudiese contribuir con el objetivo que Talleres perseguía, para obtener un salto de calidad institucional.

Por supuesto que todo esto está sujeto a miradas, análisis y objeciones. Lejos de ser héroe, y seguramente en reconocimiento a una parte de su trabajo. Sin embargo, la historia de Talleres no podrá dejar de contar que estos gestos puntuales, fueron concretamente respuestas mostradas por el Presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Julio Humberto Grondona. Ese mismo, que siempre recordaba con nostalgia, a cualquier dirigente del Club que lo visitara, “lo fantástico que eran sus bailes de carnaval de Talleres”; ese mismo  que será para siempre leyenda como dirigente en el mundo.



Cheque Bco Provincia

Fotocopia del cheque que emitió AFA para pagar deuda con Banco Provincia.