17 años atrás, se decretaba la Quiebra

El 2 de Noviembre de 1999, la justicia decretaba la quiebra del Club Atlético Talleres Asociación Civil, intervenía la institución y disponía el cierre de sus instalaciones. El momento más crítico y doloroso de la historia de Talleres, se daba como un producto de las malas administraciones y las deudas impagas. Sin embargo, una vez más, Talleres supo salir delante de esa situación terminal, con el amor y respaldo de su gente. Hoy se cumplen 17 años de aquella dura jornada, que fue superada más adelante, con el esfuerzo y trabajo de los socios de Talleres que remontaron la situación y lograron posicionar al Club en este presente bastante más auspicioso que el destino oscuro que se vislumbraba en aquel momento.

QUIEBRA

Archivo. La faja de clausura marcaba el cierre de las instalaciones, aquel 2 de Noviembre.


No se puede dejar pasar por alto jamás en la historia Albirroja, un hecho tan dramático y trascendente, como lo fue aquella gris tarde del 2 de Noviembre de 1999, cuando el Juez en lo Civil y Comercial, a cargo del Juzgado N° 13 de Lomas de Zamora, el Dr. José María Durañona, dispuso la quiebra y clausura de las instalaciones de la entidad madre de Remedios de Escalada.

Cuantos recuerdos envuelven la memoria vida de los socios de Talleres, desde aquel mediodía donde la Síndico Nilda Susana Vázquez desembarcaba en el complejo situado en Timote y Manuel Castro, para comenzar el proceso más crítico y difícil de un Club Atlético Talleres, que veía pasar por detrás toda su historia y “quebraba” a manos de los reclamos judiciales, las deudas impagas, y las malas decisiones tomadas desde el comienzo de una crisis misma, que había arrancado varios lustros atrás.

Las lágrimas, la resistencia, el acompañamiento y acampamiento de sus hinchas; la solidaridad del barrio de Escalada; y el esfuerzo de algunos socios y dirigentes que lucharon  para que el Club siga abierto a la comunidad -también a lo largo de los distintos años posteriores-, hicieron posible la reapertura de las instalaciones, y la continuidad de la existencia de una institución, en la que el sentimiento “No Quebró”.

Hoy Talleres vive una realidad muy distinta. Mucho mejor en lo institucional, con un Club que de a poco va recuperando algo de brillo. Un presente más próspero, en el que se tratan de alcanzar los objetivos que el Tallarín necesita lograr para reposicionarse más arriba como Club, a sabiendas que en Talleres no existen “los imposibles”.


Juzgado Civil y Comercial Nº 13

 En este lugar, se decidió sobre la vida de Talleres, más de una década.