Talleres perdió 0 – 2 ante Alvarado (Mar del Plata), quien se impuso con dos goles de Diego Becker en el complemento, el primero de penal, a los diecisiete minutos; y el segundo a los veintiún minutos, con pura practicidad, para darle un durísimo golpe al elenco de Mario Gómez, que dejó escapar tres puntos que era fundamentales, en la lucha por permanecer en la Categoría, en el Estadio Pablo Comelli, en Remedios de Escalada, en la tarde del Sábado, por la 32º fecha de la Zona A del Torneo 2024 de la Primera Nacional. El Albirrojo, tenía que ganar especialmente este compromiso, para tomar distancia del último de la Tabla y alejarse de la Línea de Reválida. Sin embargo, pese a que tuvo casi media docena de situaciones para convertir un gol, que incluyó un gol de Nicolás Molina, en posición adelantada, cuando el marcador estaba en cero, volvió a pecar de su falta alarmante de efectividad, como en el resto de la Temporada. Y lo pagó, carísimo. El Toro marplatense, que apenas había asomado espasmódica, obtuvo un penal, tras una mano de Norberto Palmieri; Diego Becker, aprovechó y convirtió; y cuatro minutos más tarde, ante el desconcierto del local, se filtró en ataque y sentenció en el arco, para asegurar el resultado. El Tallarín, dejó desazón y muchísima preocupación, tras una derrota muy difícil de asimilar, frente a un conjunto que llevaba cuatro partidos sin ganar, y que sólo lo había hecho una vez antes, como visitante. A cuatro partidos del final, continúa tres puntos por encima del último, Guillermo Brown (Puerto Madryn), que está en Descenso Directo; y uno arriba de Arsenal de Sarandí, que permanece en la línea de Reválida de la Categoría.
Foto Mono Gómez. Talleres, se lamente decididamente, por los tres puntos perdidos.
Cayó, en un encuentro en el que debía sumar los tres puntos, sin excusas. Tenía que hacer valer, su condición de local; y vencer a un equipo, que hasta aquí, solo había ganado un partido en el certamen, fuera de La Feliz. En la pelea por permanecer en la Categoría, está obligado a cosechar, la mayor cantidad de puntos posibles; sobre todo, en su casa, para lograr el objetivo. No pudo convertir un gol, cuando generó las situaciones y administró el juego en un contexto propicio, durante casi sesenta minutos de partido. Producto de esa impericia e ineficacia, le abrió las puertas al rival, para que lo castigue y le arrebate el tesoro. Talleres perdió 0 – 2 ante Alvarado (Mar del Plata), en el Estadio Pablo Comelli, y sigue antepenúltimo en la Tabla de posiciones, esquivando el Descenso Directo, en la que se encuentra Guillermo Brown (Puerto Madryn); y la línea de Reválida de la Categoría, en la que continúa Arsenal de Sarandí.
En la previa, se podía analizar a partir de un pronóstico favorable para los de Remedios de Escalada, quienes con la presión de luchar por quedarse en la Divisional, se topaban ante un oponente como los de Mar del Plata, que llevaban cuatro encuentros sin ganar; y tres sin convertir un tanto.
La primera aproximación, la tuvo el Toro marplatense. Un tiro libre desde la derecha, de Diego Becker, que llegó en forma de centro pasado y salió lejos del segundo palo, en el arco que ocupaba Damián Tello.
El Albirrojo, llegó con nitidez, a lo once minutos, a partir de un tiro de esquina enviado por Jeremías Denis, desde la derecha. En la preparada, sorprendió Norberto Palmieri por el segundo palo, con un cabezazo bombeado, que alcanzó a despejar Sebastián Jaurena, sobre la línea de sentencia. En el producto derivado de esa jugada, Jeremías Denis recolectó la bola; trazó un surco en paralelo al arco, se metió hacia adentro y dibujó un pase exquisito para Norberto Palmieri. El Mediocampista Central, que regresó a la titularidad, en posición de punta, conectó un pase magnífico hacia el área chica. Allí, apareció Nicolás Molina, y envió la pelota al fondo de la red. Sin embargo, el Asistente Mario Bardina, marcó la posición adelantada; la acción, fue invalidada por el Árbitro Yamil Possi.
Dos minutos más tarde, Fernando Enrique maniobró desde la esquina izquierda del campo, y lanzó un centro que Nicolás Molina, bajó de pecho, de espaldas al arco. Luego, Jeremías Denis guapeó en el área; se impuso ante Nicolás Ortiz y sacó un disparo muy desviado, por arriba del travesaño.
Alvarado (Mar del Plata), que había tenido muchos problemas, para mostrar solvencia en defensa, durante el primer cuarto del encuentro, contragolpeó a los veinticuatro minutos. Marco Miori, capturó la bola en su propio campo, en el círculo central. Se escapó, por el andarivel principal. Así, habilitó a Diego Becker sobra la izquierda, quien al pisar el área, quiso fusilar a Damián Tello, que tapó con sus manos, para enviarla al tiro de esquina. Fue, un aviso de lo que construiría, un tiempo después.
En media hora, era más Talleres. Manejaba el curso, con muchos más pelotazo que juego asociado; proponía el ritmo, con el que se articulaban las acciones. La visita, no perdía el orden; superpoblado de defensores, dejaba muchas dudas en el fondo.
A los treinta y tres minutos, Jeremías Denis se hizo cargo de la ejecución de un tiro libre en tres cuartos de la cancha, cerca de la línea de costado. Se precipitó llovido, hacia al área menor. Ahí, apareció David Achucarro, para peinar la bola, que rebotó contra el travesaño. Se desplomó automáticamente y quedó en poder del Arquero Juan Lungarzo, que se encontró con ella, en el piso. Increíblemente, no pudo anotar el gol.
Volvió a probar, con otra fórmula con pelota detenida, para romper el cero. Jeremías Denis, disparó un tiro de esquina, a modo de misil teledirigido. David Achicarro, ganó en la altura y cabeceó, pero Juan Lungarzo atenazó, para contener.
Sobre el final de la primera parte, el Tallarín apuró el trámite. Por eso, a los cuarenta y seis, Diego Nakache envió un centro desde la derecha, que rechazó Alan Robledo a medio término. Y Jeremías Denis, remató directo al arco. El Arquero Juan Lungarzo, muy atento de nuevo, tapó y abrazó en dos tiempo, para blindar su valla.
El Primer Tiempo, terminó. El local, había ofrecido una buena imagen, en esta versión. Le faltaba efectividad, como siempre.
En el inicio del complemento, Gabriel Gómez introdujo una variante, en el equipo de Mar del Plata. Matías Mansill,a reemplazó a Lucas Monzó, el único amonestado. De todos modos, no quiso tomar riesgos; Nery Leyes, pasó a jugar como líbero, para seguir defendiendo con cinco jugadores.
El elenco de Mario Gómez, apostó a tratar de conseguir la victoria, en ese arranque. Pretendió gravitar y exigir, con los dos Delanteros de buen porte, como lo son Franco Pulicastro y Nicolás Molina.
Al minuto tan solo, Franco Pulicastro se impuso en el círculo central, en territorio Albirrojo. Se encendió a toda velocidad, como un tren, superando la marca de dos oponentes, para correr por la derecha. En una contra bárbara, transportó hasta el área grande, y le cedió a Nicolás Molina, un centro impecable. Su compañero de ataque, la paró con la derecha, a la altura del punto del penal, y sacó un lanzamiento por encima del travesaño. Para perplejidad, el Tallarín había dilapidado una acción inmejorable, para ponerse en ventaja. Fue una circunstancia de fractura, en el trámite. A partir de ese momento, despertó el Torito y se disparó automáticamente el viejo proverbio del fútbol, que ratifica que “los goles que se erran en un arco, se sufren en el propio”.
En doce minutos del Segundo Tiempo, Mario Gómez intentó darle un golpe de efecto a la estructura de ataque. Tomás Asprea y Matías Donato, llegaron por Diego Nakache y Nicolás Molina, respectivamente. Respetó el dispositivo táctico, renovando los jugadores en la derecha. En tanto, un minuto más tarde, Gabriel Gómez dispuso el ingreso en Alvarado (Mar del Plata), de Federico Boasso por Sebastián Jaurena, para intentar ser más profundo en los contragolpes.
Guillermo Sánchez, se adueñó de la pelota en la mitad del campo, e inició su aventura ofensiva por la izquierda. Superó la marca de Luciano Sánchez, penetró en el área y emitió un centro, que impactó en la mano desprendida del cuerpo de Norberto Palmieri, que volvía cubriendo la posición en el retroceso, justo a los quince minutos. El Árbitro Yamil Possi, cobró el penal, frente a los reclamos de los futbolistas de Escalada. Al cabo de dos minutos de protestas, Diego Becker capitalizó la pena máxima, con un disparo que se introdujo arriba, cerca del ángulo superior izquierdo del Arquero, para celebrar. Alvarado (Mar del Plata) ganaba 0 – 1, en diecisiete minutos, cuando no lo merecía.
Tras el impacto que significó ese tanto, Talleres fue puro nerviosismo e impotencia. Mostró, rasgos de confusión y desorden. Y el Toro, arremetió con toda potencia.
Mario Gómez, quiso darle aire fresco por izquierda a su elenco, y Ciro Campuzano reapareció en el equipo, doce partidos después de su última actuación, en reemplazo de Jeremías Denis, en veinte minutos.
No obstante, el equipo de Escalada, no se asentó inmediatamente, en la nueva composición, en medio de la urgencia de tener que ir por la remontada. Y solo cuatro minutos después del primer golpe, llegó un mazazo, que lo sentenció. Nicolás Monserrat, reboleó la pelota desde el fondo y Franco Malagueño, despejó sin pudor, en su propio campo. Marco Miori, la paró en el círculo central; tocó con Federico Boasso, quien se la devolvió de cabeza. Entones, el Centro Atacante se fugó, como un creador. Metió un pase filtrado para Diego Becker -la figura de la tarde-, quien apareció en la medialuna del área grande, y definió contra el palo derecho de Damián Tello. Alvarado (Mar del Plata) estaba 0 – 2 en ventaja, con un resultado que le quedaba grandísimo, que era letal para las posibilidades de Talleres.
Prisionero de sus propias limitaciones y deficiencias, el conjunto de Mario Gómez, no encontró el camino ni las respuestas prácticas, para dar vuelta el rumbo.
Mientras, Gabriel Gómez concretó dos variantes más. Gonzalo Lamardo y Agustín Aleo, sustituyeron a Diego Becker y Mariano Bettini, consecutivamente, sobre los treinta y dos minutos.
Lejos tener claridad y prestancia, en el manejo del balón, el Albirrojo se fue resignando. Sólo alguna maniobra aislada, afloraban. Germán Rivero, fue a la cancha por David Achucarro, para atacar con otro delantero, cuando ya había poco tiempo para la heroica.
Por su parte, en cuarenta y tres minutos, los de La Feliz, estuvieron cerca de lograr la goleada. Federico Boasso, canalizó su crecida por la izquierda de su ataque, y dirigió un centro hacia el punto del penal. Recibió Gonzalo Lamardo, se acomodó y remató desviado. El esférico, pasó al lado del palo izquierdo de Damián Tello.
Mientras, ya en cuarenta y cuatro, Germán Rivero pescó un centro de aire de Fernando Enrique; la aguantó y resolvió de media vuelta, aunque Juan Lungarzo la manoteó, y desvió por encima de su valla. A continuación, Fernando Enrique envió un tiro de esquina ¡, desde el sector izquierdo, que Germán Rivero conectó exigido en el área, con una media chilena. La pelota, rebotó en el palo, y entre Agustín Aleo y Guillermo Sánchez de cabeza, despejaron de la zona de peligro, cancelando la posibilidad que el del Sur de Gran Buenos Aires, pueda descontar y meterle suspenso al desenlace.
Con cuatro minutos adicionados, a los cuarenta y cinco reglamentarios, los de Escalada no pudieron hallar, los conductos que le permitan rescatar al menos algo.
El tiempo concluyó, y Talleres perdió el partido insólitamente. Lo hizo, por primera vez, en la segunda vuelta, en condición de local. Además, se terminó el invicto de la Era Mario Gómez, justamente cuando la urgencia alertaba que tenía que sumar, todo lo que había en reparto. Alvarado (Mar del Plata), se quedó con un resultado demasiado generoso, para lo que fue su producción.
El Albirrojo, dejó escapar puntos esenciales, en su disputa más rigurosa, por quedarse en la Primera Nacional 2025. Pese al esfuerzo realizado, durante casi sesenta minutos, el equipo sigue mostrando severas dificultades para asociar, maniobrar y concretar; y ante la mínima falla o desatención, el rival de turno, le vuelve a convertir y complica su existencia.
Para fortuna, el representativo de Escalada, que sigue antepenúltimo, como consecuencia que los resultados de sus competidores, fueron derrotas en esta jornada. El Tallarín, mantuvo la distancia, superando por tres puntos a Guillermo Brown (Puerto Madryn), el último, en Descenso Directo; y sigue un unidad por arriba de Arsenal de Sarandí, el anteúltimo, que ocupa el lugar de la Reválida de la Categoría.
Solo restan cuatro finales por delante, en este Torneo acotado, en que se define la permanencia. Lo positivo, que es que Talleres depende de sí mismo; si gana todos los puntos, o simplemente suma más que los rivales, logra la salvación. Llo negativo, es que si no levanta el nivel de juego, solides y contundencia, y sigue cediendo unidades, entonces depende de la producción de sus rivales, que no levante y mejoren la cosecha, y lo hundan en el fondo del pantano. ¡A defender la Categoría, como sea!
SISTESIS:
TALLERES 0
Damián Tello; Federico Sánchez, Nicolás Monserrat, David Achucarro (82’ Germán Rivero) y Nicolás Malvacio; Diego Nakache (57’ Tomás Asprea), Norberto Palmieri, Fernando Enrique y Jeremías Denis (65’ Ciro Campuzano); Franco Pulicastro y Nicolás Molina (57’ Matías Donato).
Suplentes: Mauro Casoli, Patricio Romero, Sebastián Gallardo, Saúl Nelle y Román Lucena.
DT: Mario Gómez.
ALVARADO (MAR DEL PLATA) 2
Juan Lungarzo; Mariano Bettini (73’ Gonzalo Lamardo), Nicolás Ortiz, Alan Robledo, Lucas Monzón (45’ Matías Mansilla y Franco Malagueño; Sebastián Jaurena (58’ Federico Boasso), Nery Leyes y Diego Becker (73’ Agustín Aleo); Marco Miori y Guillermo Sánchez.
Suplentes: Leandro Finochietto, Tomás Fernández, Joaquín Ochoa Giménez, Matías Pérez y Guido Vadalá.
DT: Gabriel Gómez.
Goles: 62' y 66' Diego Becker -el primero, penal- (A).
Amonestado: David Achucarro (T); Lucas Monzón (A).
Estadio: Talleres (Mala).
Árbitro: Yamil Possi (Bien).
Asistentes: Mario Bardina y Hugo Gugliotta.
Cuarto Árbitro: Américo Monsalvo.
Recaudación: $ 4.297.790.
Público: 7.000 personas aproximadamente.
Foto Mono Gómez. Nicolás Molina, se toma la cabeza, luego que Yamil Possi, le anuló un gol.
Foto Mono Gómez. Los futbolistas Albirrojos, saludan al cuarteto arbitral.
Foto Mono Gómez. Fernando Enrique, lanza exigido, un centro desde la derecha.
Foto Mono Gómez. El Albirrojo, intentó en la cancha de arriba, pero no fue eficaz.
Foto Mono Gómez. Jeremías Denis, se lamenta por no haber podido convertir.