Último y final

Talleres recibió otra dura goleada 3 – 0 ante Atlanta, que se impuso con dos goles de Ignacio Colombini y otro de Fabricio Pedrozo, y se quedó con el subcampeonato en Villa Crespo, en el 38º y último partido de la temporada. El Albirrojo, volvió a mostrar la misma intrascendencia en el juego que tantas otras veces, y Atlanta aprovechó sus momentos para marcar una diferencia abultada lógica, que reflejó la diferencia de jerarquía y categoría entre ambos conjuntos. El Tallarín, con veinte derrotas en sobre treinta y ocho presentaciones, terminó en el último lugar de la tabla general, completando una campaña inaceptable, en la que nada positivo se rescata y que fue un suplicio de principio a fin. Desde que existe la B Metro como tercera Divisional en el fútbol argentino, es la peor posición de Talleres en una temporada disputada en esta categoría.

vs Atlanta 38º 2018 19 85

Foto Depto Prensa C. A. Talleres. La postal del arquero Bohemio, describe la diferencia entre los equipos.


Talleres cayó goleado 3 - 0 ante Atlanta, en un partido en el que el conjunto Albirrojo mostró más de lo mismo. Un equipo sin ideas en ofensiva; dubitativo en el manejo de la pelota, y carente de toda solidez en defensa, perdió sin atenuantes, ante un rival que estaba de festejo por el ascenso y jugó a media máquina, para aprovechar cada error de la visita.

El partido comenzó siendo discreto y parejo, con Talleres tratando de tomar tímidamente la pelota, pero sin claridad. El local, festejaba el ascenso a la Primera B Nacional, y libre de presión y compromiso, arrancó el juego ralajado. A los dos minutos, tuvo la primera chance y la más nítida, el equipo dirigido interinamente por Javier Gómez. Tras un centro de Maximiliano Badell, Nicolás Ricci apareció por el segundo palo y ejecutó un cabezazo que se fue por arriba del travesaño. Talleres se perdió una oportunidad única, en el amanecer del juego.

Tras el primer cuarto de hora, Atlanta que jugaba con menor intensidad en comparación con los encuentros anteriores, se hizo dueño del manejo de la pelota. Y apareció una acción muy calara para el local, que llegó a los veintidós minutos. Primero, Ignacio Colombini estrelló un remate en el palo derecho de Ezequiel Cacace, y el rebote fue capturado por Fabricio Pedrozo, que también disparó, y  el arquero Tallarín evitó que el Bohemio se ponga en ventaja.

Minutos más tarde, Talleres tuvo otra aproximación al arco de Francisco Rago, en los pies de Nicolás Ricci. Un Tiro libre al borde del área, que controló sin problemas el arquero del conjunto de Villa Crespo.

Pero Atlanta iba a encontrar la ventaja a los treinta y ocho minutos. Tras un desborde por el lateral izquierdo, Axel Ochoa ejecutó un centro preciso que Ignacio Colombini, solamente tuvo que empujar la pelota para poner el 1 - 0 parcial.

En ese primer tiempo, Talleres no se mostró como un equipo incisivo ni audaz, capaz de fabricar peligro en ataque, aunque tampoco fue superado notoriamente, por un rival que jugaba al compás de su fiesta de condecoración del ascenso. Igualmente, el Tallarín siguió careciendo de ideas ofensivas como a lo largo de todo el campeonato, dependiendo siempre de los jugadores que juegan por la banda, para generar alguna situación de peligro.

Para el segundo tiempo, Javier Gómez realizó dos modificaciones, en el equipo. Dispuso los ingresos de Agustín Graneros y Lucas Benítez, por Nicolás Ricci y Alan Mareco, respectivamente. Talleres, con esas variantes, pasó a jugar con tres delanteros. Lucas Benítez, Agustín Gil Clarotti y Agustín Graneros, se perfilaron en el frente de ataque, aunque nunca gravitaron en el juego, como producto de la intrascendencia del equipo para conectarlos.

En ese complemento, a los trece minutos, el elenco de Alejandro Orfila daba aviso de que estaba cerca de ampliar la diferencia en el marcador, con un gol anulado a Horacio Martínez por posición adelantada, con una jugada muy parecida a la se había armado en el primer gol.

El equipo de Villa Crespo consiguió el segundo tanto, y empezó a sellar el triunfo, a los diecisiete  minutos del segundo tiempo, con otro desborde por el costado derecho. Nuevamente, un centro de Axel Ochoa, que esta vez Fabricio Pedrozo capturó al borde del área chica, y aseguró con un fuerte disparo que dejó sin respuesta a Ezequiel Cacace.

Talleres buscó el descuento en dos oportunidades, aunque sólo fue un espejismo. Primero, a los veinticuatro minutos, con un disparo de Agustín Graneros, que se fue desviado. Y luego, a los veintinueve minutos, tras un centro de Maximiliano Badell, Agustín Gil Clarotti desde el punto del penal, ejecutó un disparo que se fue a centímetros del palo izquierdo de Francisco Rago. El portero Bohemio, seguía de racha y en ésta no por mérito propio, sino por la falta de eficacia de su rival.

Si bien no era un partido con muchas llegadas, Atlanta mostró la jerarquía de sus jugadores en cad toque, en cada crecida, superando notoriamente a Talleres y dejando al descubierto todas las falencias que el equipo mostró a lo largo todo el torneo, agudizadas por la falta de experiencia de algunos jóvenes que terminaron integrando el equipo en la parte complementaria.

A los treinta y cuatro minutos, el Bohemio iba a liquidar el partido. Otra desatención más de del equipo de Escalada en la marca, en un tiro de esquina del rival. Lucas Benítez corrió desde atrás y derribó a Walter Mazzantti dentro del área, e Ignacio Colombini se hizo cargo del penal y selló el 3 - 0 final para liquidar el partido y hundir a Talleres a la última posición de la tabla.

Talleres culminó el torneo en el último puesto. Termina siendo el de peor campaña en éste temporada de la Primera B, sobre veinte participantes. Los números, reflejan la triste realidad de un elenco que sólo ganó seis partidos, y que no terminada dejando nada para su reconocimiento.

Con errores evidentes desde la génesis de este proceso, en un esquema gráfico de pirámide invertida, esta campaña refleja el producto decisiones desatinadas y desaciertos propios de los integrantes de la Subcomisión de Fútbol, los entrenadores y cuerpos técnicos que tuvieron a su cargo la conducción táctica del equipo, y los futbolistas que no pudieron encontrar un rendimiento acorde, en treinta y ocho fechas. Talleres en esta temporada, fracasó de principio a fin y nunca pudo encontrar soluciones dentro de la cancha, que le permita enderezar el rumbo. El equipo, había hecho una pésima campaña en la primera ronda. y la en la segunda vuelta, mantuvo la misma pendiente.

Ahora, el plantel tendrá licencia hasta nuevo aviso. Será el tiempo de revisar cada error, para no repetirlo en lo que viene.

Mientras tanto la dirigencia que conforma el nuevo Consejo de Fútbol, ya ha comenzado a trabajar, y busca un reemplazante a Gustavo Noto, para diagramar la próxima temporada. Será clave la labor de la misma, para armar desde cero, con un entrenador flamante, que tenga consenso y respaldo, un plantel con jugadores que puedan mostrar un mejor rendimiento y para que el próximo semestre, Talleres pueda aspirar a pelear algo atractivo.


SÍNTESIS:

ATLANTA 3

Francisco Rago; Matías Molina, Nicolás Cherro Alan Pérez y Axel Ochoa; Fernando Enrique, Nicolás Previtali y Lucas Colitto (70’ Joaquín Ochoa Giménez); Ignacio Colombini (81’ Braian Oyola), Horacio Martínez (67’ Walter Mazzantti) y Fabricio Pedrozo.

DT: Alejandro Orfila.

Suplentes: Facundo Ferrero, Joel Barbosa, Gabriel Seijas y Braian Miranda.

TALLERES 0

Ezequiel Cacace; Luciano Arcuri, Ariel Otermín, Federico Hermida y Nicolás Malvacio; Nicolás Ricci (45’ Agustín Graneros), Gonzalo Suárez, Alan Mareco (45’ Lucas Benítez) y Maximiliano Badell; Dylan Vergara y Agustín Gil Clarotti.

DT: Javier Gómez.

Suplentes: Lucas Zeiden, Emanuel Saporito, Mauro Marrone, Cristian Cóceres y Javier De Olivera.

Goles: 38’ y 62’ Ignacio Colombini y 79’ Fabricio Pedrozo -penal- (A).

Amonestados: Fernando Enrique (A).

Estadio: Atlanta (Mala).

Árbitro: Juan Pafundi (Bien).

Asistentes: Lucas Cueto Viñas y Arnaldo Melgarejo.

Cuarto Árbitro: Rodrigo Pafundi.

Recaudación: No fue suministrada.

Público: 6.000 personas aproximadamente.