El plantel de Excursionistas fue interceptado por barras del Villero que con armas de fuego amenazaron a algunos jugadores, cuando el conjunto dirigido por Walter Cataldo, se trasladaba en micro hacia Escalada, para disputar el partido reprogramado con Talleres. Ante la exposición que realizaron los futbolistas visitantes una vez que arribaron al estadio del Tallarín, los jugadores y dirigentes de ambos clubes, y el árbitro Diego Colombo, decidieron la suspensión del partido cuarenta minutos después de la hora prevista para el inicio de juego, ya que la visita no estaba en condiciones anímicas de salir a jugar el partido.
Dirigentes y jugadores de ambos clubes explican el por qué de la suspensión.
La violencia una vez más se hizo presente en el fútbol del ascenso. Lamentablemente estas cuestiones ya se están haciendo costumbre, y el partido que debían disputar Talleres y Excursionistas fue suspendido a raíz de los vergonzosos hechos que sufrieron los jugadores del Villero mientras se encontraban viajando hacia Escalada.
Según los trascendidos, luego de un altercado en un bar entre algunos barras y jugadores, hinchas caracterizados de Excursionistas interceptaron el micro que viajaba por la General Paz rumbo a Remedios de Escalada, ingresaron al mismo portando armas de fuego y amenazaron fuertemente a los jugadores. Hay versiones que hasta aseveran que un integrante del plantel fue apuntado con un arma en la cabeza.
Luego, la delegación estuvo deliberando largo rato dentro del micro, hasta que, conversaciones con gente de Talleres de por medio, decidieron seguir hacia Escalada y disputar el partido.
No son ciertas aquellas versiones que aseguran que el partido estaba suspendido desde las 18:00, trascendidas en algunos medios nacionales. Excursionistas había decidido no jugar, pero luego cambió de parecer y llegó a Timote y Manuel Castro para disputar el encuentro.
Pero por la gravedad de lo ocurrido, era lógico que el plantel visitante no estuviera en condiciones de jugar un partido de fútbol. Por lo que, cuando llegaron al Estadio, les manifestaron a los tres referentes de Talleres, Alejandro Orfila, Nicolás Pizarro y Mariano Campodónico, que no tenían intenciones de que el partido se pusiera en marcha.
A partir de allí, dirigentes de ambas instituciones, los referentes, y los entrenadores, ingresaron al vestuario del árbitro y estuvieron reunidos alrededor de una hora, debatiendo acerca del modo por el cual se debía proceder.
Cuando culminó la reunión, los protagonistas comunicaron la suspensión del encuentro, de común acuerdo con el árbitro y las dos instituciones. “Es una cuestión de sentido común. No podemos jugar contra un equipo que viene de sufrir algo como esto. Nos enteramos de más cosas adentro del vestuario, que daban cuenta de que los hechos fueron muy graves, por lo tanto decidimos solidarizarnos y convenimos suspender el partido. Pedimos disculpas a toda la gente de Talleres que se acercó, pero repito, es un tema de sentido común” declaraba ante Frecuencia Albirroja el Presidente, Alejandro Taraborelli.
Si bien la resolución fue consensuada entre ambas dirigencias y la terna arbitral, algunos dirigentes Albirrojos pretendían que el partido se dispute, teniendo en cuenta el gasto que le ocasionaba a Talleres la apertura del Estadio y el grupo electrógeno.
A fin de cuentas, la violencia suspendió otro partido. Los jugadores de Excursionistas sufrieron hechos que no se pueden entender bajo ningún punto de vista. ¿Hasta cuando el fútbol seguirá siendo ensuciado por gente que no merece disfrutar de su belleza? Los hinchas de Talleres se fueron amargados, enojados, contrariados a sus hogares, por algo en lo que no tienen nada que ver. Aunque, por supuesto, no se puede disputar un evento deportivo cuando la delincuencia acecha de esta manera a un grupo de jugadores que, mal o bien, se dirigían a hacer su trabajo.
Los dirigentes de Talleres en el vestuario con el árbitro, analizaban el pedido de suspensión.
