Talleres derrotó 1 - 0 a Berazategui como visitante, con un gol que anotó Leonado Alvarez, a cinco minutos del final del partido, para darle un triunfo valiosísimo al elenco que conduce Rodrigo Bilbao, pensando en el promedio del año próximo. El Tallarín había jugado mejor que el Naranja en el primer tiempo, y cuando menos se esperaba porque Bera dominaba el juego en el complemento, llegó la segunda victoria de Talleres en el año.
Foto Gustavo Farías. Enorme retrato de un grito que resonó con fuerza de triunfo deseado fuera de Escalada.
El Tallarín termina ganando un partido clave, ante un duro rival como Berazategui por 1 – 0. Y este resultado de transforma en un triunfo justamente necesario, para aliviar al menos en algo, el mal cierre de año que afronta un elenco grande de la categoría, que hace tiempo ya no pelea por nada. Aunque a ciencia exacta, Talleres no pelea por nada interesante estrictamente en este torneo, dado que en la temporada venidera arrancará comprometido en la tabla de los promedios; y por eso, el triunfo resultaba vital para sumar tres unidades más en ese flaco promedio.
Y probablemente, además de acentuarse la importancia de la victoria por el resultado en sí, y por la trascendencia que tiene para la próxima temporada, dado que Talleres ha ganado nada más que dos partidos en lo que va del año, el triunfo llegó adjunto con un buen primer tiempo jugado por el equipo de Bilbao, en el que fue en muchos tramos, más que el rival.
E indudablemente, para muchos de los que vimos a Talleres a lo largo de estas últimas doce fechas, este fue el mejor primer tiempo de la era Bilbao. Porque el Tallarín jugó la pelota al ras del piso; tuvo tres situaciones claras durante los primeros quince minutos –dos increíbles que marró Leonardo Alvarez, a los 2 y a los 5 minutos-, producto de mejores movimientos que los del oponente; y porque pudo salir adelante también, a partir de su trabajo defensivo, cuando el rival apretó con la sociedad compuesta por Nahuel Pombo y Gustavo Cano.
Y Cristian Correa resultó vital, para desviar el primer un disparo de media distancia de Fernando Torres, y luego quedarse con el revote del mismo Gustavo Cano, sobre 38 minutos, cuando el rival no había producido demasiado.
El partido fue entretenido durante los primeros cuarenta y cinco minutos; y a pesar de haber emparejado las cosas Berazategui sobre el final de la primera etapa, la tenencia de la pelota y la continuidad de los pases bien dados, había sido una característica más pronunciada en el elenco visitante. Ese mismo, que desde el arranque con la velocidad de Leonardo Alvarez, las proyecciones de Luciano Machado, y las arremetidas de Juan Silva, alcanzó a desnudar algunas falencias del rival.
En el complemento, la historia no fue la misma. Desde el comienzo, Bera controló la mitad de la cancha, con el soporte de Mariano Quillutay en la contención; y Talleres ya no pudo ser tan preciso en el armado de sus circuitos de juego.
El Naranja presionó sobre la salida a Talleres, en el segundo cuarto de hora del complemento, y el arquero Cristian Correa dio respuestas concretas y firmes, a la envestida de un rival que estuvo cerca de abrir la cuenta con un cabezazo de Iván Islas, sobre 22 minutos. Y no solo en esa acción fue buena la intervención de Correa, sino también en las acciones sucesivas, donde apareció en la altura para despejar cualquier tipo de peligro.
Y en el último tramo, donde el rival apostó al ingreso de Juan Coassini, las cosas no salieron como el local lo esperaba, y de un error o abuso en la tenencia de la pelota por parte de Nahuel Pombo, apareció el gol del triunfo para Talleres.
Entre Germán Sotto y Alan Mareco, recuperaron la pelota para que el “Oso” Leonardo Alvarez, pudiese iniciar el camino al gol, pocos metros delante de la mitad de la cancha. El goleador Albirrojo, avanzó concretamente hacia el arco enarbolando una diagonal, en una carrera en la que venció a su marcador Diego Alcibiade; y cerca del área grande, definió abajo de rastrón, para que la pelota bese el primer palo del arco defendido por César González, y se incruste en lo más profundo de la red. Talleres se puso en ventaja a los 85 minutos de partido, y lo aguantó hasta el cierre.
La depresión por el gol sufrido, y la falta de ideas del Naranja, confundieron aún más la estrategia del local, que no supo apremiarlo a Talleres en el cierre, y dejó escapar un resultado que lo alejó demasiado del reducido.
Talleres celebra por su segundo triunfo en el año. Aprovecha para respirar un poco mejor el aire de este final de temporada, y oxigena el futuro que se viene. Y tal vez, las mieles de la victoria alcancen para levantar la autoestima y el convencimiento de un equipo, que con muchos juveniles fuera de la cancha, deberá repetir lo bueno que produjo en Varela, para tratar de sumar los seis puntos que restan.
SÍNTESIS:
BERAZATEGUI 0
César González; Daniel Acuña, Iván Islas, Diego Alcibiade y Damián Ponce; Fernando Torres (84’ Facundo Rampone), Mariano Quillutay y Adrián Arregui (64’ Juan Coassini); Nahuel Pombo; Gustavo Cano y Juan Brunetti.
Suplentes: Diego Gómez; Matías Pellegrini, Ernesto Banegas, Celso Báez y Hernán Fener.
D.T: Daniel Casas – Javier Patalano.
TALLERES 1
Cristian Correa; Martín Civit, Diego Bordón, Nicolás Paz y Gonzalo Contreras; Luciano Machado, Alan Mareco, Germán Sotto (92’ Leonardo Ruíz Díaz) y Claudio Núñez; Leonardo Álvarez y Juan Silva( 84’ Luciano Fragueda).
Suplentes: Diego Córoba, Lautaro Pérez, Joel Arce, Nahuel Giacobbe y Matías De León.
D.T: Rodrigo Bilbao.
Goles: 85´Leonardo Álvarez (T).
Amonestados: Damián Ponce y Nahuel Pombo (B); Germán Sotto y Diego Bordón (T).
Incidencias: 95´ expulsado Mariano Quillutay (B).
Árbitro: Juan Ledo (Bien).
Asistentes: Damián López y Leandro Provera.
Estadio: Defensa y Justicia (Muy Bueno).
Público: 50 personas.
Recaudación: El encuentro se disputó a puertas cerradas.
Foto Gustavo Farías. Claudio Nuñez presiona en la salida del rival durante el segundo tiempo.
